¿Cómo debe ser la alimentación de una mujer con cáncer de mama?

La alimentación es un eje fundamental para garantizar una recuperación después de un cáncer de mama, pero también mientras dura la terapia a la que se someten todas las personas que pasan por este proceso.
Comer bien (y suficiente) puede ayudar a que se evite un deterioro de la masa muscular, que perdamos peso o, simplemente, a llevar mejor los síntomas secundarios derivados del tratamiento quimioterapéutico, que pueden ser previos y/o posteriores a una cirugía.
Los objetivos dietoterapéuticos en pacientes con este tipo de cáncer, incluyen:
- Adaptar el peso o el estado nutricional al correcto, evitando la pérdida de masa muscular.
- Proporcionar al cuerpo la cantidad adecuada de nutrientes esenciales.
- Aliviar los síntomas comunes del cáncer, como los vómitos, la falta de apetito y los cambios en el gusto y el olfato.
- Dar tranquilidad: Proporcionar una dieta que sea adecuada para el tipo y el estadio del cáncer del paciente, así como para cualquier tratamiento que esté recibiendo.
Adaptar el peso o el estado nutricional al correcto, evitando la pérdida de masa muscular.
Esto puede ayudar a mejorar el bienestar del paciente y aumentar su capacidad para tolerar los tratamientos contra el cáncer.
Proporcionar al cuerpo la cantidad adecuada de nutrientes esenciales.
Ni más, ni menos: Mantenernos con los mejores ingredientes, o adaptándose a lo que se puede comer en ese momento, para prevenir en la medida de lo posible perder fuerza, pero también apoyar al sistema inmunológico, o evitar una anemia derivada del tratamiento.
Aliviar los síntomas comunes del cáncer, como los vómitos, la falta de apetito y los cambios en el gusto y el olfato.
Unas recomendaciones nutricionales adecuadas para cáncer de mama pueden ayudar a mejorar la calidad de vida del paciente y aumentar su capacidad para disfrutar de los alimentos, y ayudar en un contexto de falta de apetito (o anorexia), o aprendiendo cuándo comer más o menos para aún con todo seguir comiendo mejor, mitigando los síntomas que puedan darse.
Dar tranquilidad: Proporcionar una dieta que sea adecuada para el tipo y el estadio del cáncer del paciente, así como para cualquier tratamiento que esté recibiendo.
“Y ahora, ¿cómo como?”. Esta frase se la repite mucha gente cuando es diagnosticada de una enfermedad como el cáncer.
Responder a esta cuestión, despejando mitos y estableciendo adaptaciones progresivas para comer mejor o, simplemente, planteando unas recomendaciones nutricionales adaptadas a la terapia contra el cáncer de mama (es decir: ¿qué como si tengo vómitos, o dolor en el estómago?), ayudarán a todos los puntos anteriores.
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Artículo de Luis Cabañas, dietista-nutricionista del equipo Aleris Clinic especialista en nutrición oncológica, Experto Universitario en Nutrición Clínica en Oncología y Doctor en Medicina.