Complicaciones nutricionales en el tratamiento del cáncer de mama

Nutrición en cáncer de mama

Complicaciones nutricionales en el tratamiento del cáncer de mama

En primer lugar, deberemos tener dos objetivos en mente:

  • Evitar el deterioro de la masa muscular y la fuerza, o incluso mejorar esta cantidad gracias a la actividad que se pueda hacer.
  • Mantener o mejorar el estado nutricional. Es decir, si en consulta tenemos a alguien con un exceso de masa grasa, quizá deberemos pensar en que este compartimento se reduzca.

Dicho así, parece que la alimentación para personas con cáncer de mama es fácil o incluso generalista. Pero ahora viene cuando se pone más difícil: existen unas complicaciones nutricionales en este cáncer, entre las que destacan las siguientes.

Pérdida de apetito, pérdida de peso y masa muscular

Si hay un síntoma que angustia a las personas con cáncer en general, y en particular complica la evolución durante el tratamiento del cáncer de mama, es la pérdida de apetito.

Puede darse de muchas formas: No tener tanto como antes, saciarse rápido o que el cansancio lastre hasta el comer. 

Nuestro trabajo en la alimentación para estas pacientes es centrarnos en la causa para superarla: conseguir comer más con menos (enriquecer unos alimentos), o establecer cuándo nos permitimos comer menos (por ejemplo, tras la semana del tratamiento) y cuándo comer más (por ejemplo, en la semana de descanso).

Náuseas y vómitos

Existen alternativas si ocurren: comer cosas poco voluminosas y duras, desplazar las comidas entre sí o evitar ingerir demasiados líquidos con comida.

Estos cambios pueden afectar la capacidad del cuerpo para absorber y utilizar los nutrientes adecuadamente, lo que puede contribuir a la debilidad y a la fatiga, por lo que es fundamental evitarlos ya sea farmacológicamente, y con un apoyo nutricional. 

Boca seca

Llagas, úlceras, molestias en la comisura de los labios, sabor terroso, pérdida de sabores,… Son síntomas que se inician con lo mismo: la boca seca.

De ahí que el consumo de líquidos, pero también de alimentos ricos en líquidos, sea importante para mitigar este efecto.

Úlceras en la boca o la garganta

Según los fármacos que consumamos, puede ocurrir que se den llagas dolorosas en la boca, que puedan dar lugar a pequeñas ulceraciones que necesiten adaptar la alimentación: más suave, que requiera menos masticación o más centrada en priorizar lo denso nutricionalmente, los días que esto pueda durar, a la par que se le de importancia a la toma de líquidos e higiene bucal. 

Debilidad muscular y fatiga en cáncer de mama

Especialmente si ocurre una leucopenia que necesita tratamiento estimulante, la debilidad muscular y el cansancio o fatiga son síntomas demoledores.

Es normal que pueda ocurrir eventualmente: Sin embargo, la alimentación puede despejar el por qué ocurre y, sobre todo, conseguir que ocurra menos (tanto en duración como en intensidad).

Comer suficiente cantidad, mantener algunos alimentos por encima de otros (como los frutos secos, frutas o proteínas de calidad) pueden conseguir evitar anemia o astenia, pero también que este cansancio, pese a ocurrir porque viene de la mano del tratamiento, sea menor del que podría haberse dado.

Es importante que las personas con cáncer de mama reciban una atención nutricional adecuada para mantener una alimentación saludable y prevenir estas complicaciones.

Si quieres actualizarte en dietoterapia en pacientes con cáncer de mama consulta nuestro Ciclo de Cursos Cortos de Especialidad en Valencia:

Artículo de Luis Cabañas, dietista-nutricionista del equipo Aleris Clinic especialista en nutrición oncológica, Experto Universitario en Nutrición Clínica en Oncología y Doctor en Medicina.

¿Cómo debe ser la alimentación de una mujer con cáncer de mama?

¿Cómo debe ser la alimentación de una mujer con cáncer de mama?

Alimentación mujer con cáncer de mama

La alimentación es un eje fundamental para garantizar una recuperación después de un cáncer de mama, pero también mientras dura la terapia a la que se someten todas las personas que pasan por este proceso.

Comer bien (y suficiente) puede ayudar a que se evite un deterioro de la masa muscular, que perdamos peso o, simplemente, a llevar mejor los síntomas secundarios derivados del tratamiento quimioterapéutico, que pueden ser previos y/o posteriores a una cirugía.

Los objetivos dietoterapéuticos en pacientes con este tipo de cáncer, incluyen:

  • Adaptar el peso o el estado nutricional al correcto, evitando la pérdida de masa muscular.
  • Proporcionar al cuerpo la cantidad adecuada de nutrientes esenciales.
  • Aliviar los síntomas comunes del cáncer, como los vómitos, la falta de apetito y los cambios en el gusto y el olfato. 
  • Dar tranquilidad: Proporcionar una dieta que sea adecuada para el tipo y el estadio del cáncer del paciente, así como para cualquier tratamiento que esté recibiendo. 

Adaptar el peso o el estado nutricional al correcto, evitando la pérdida de masa muscular.

Esto puede ayudar a mejorar el bienestar del paciente y aumentar su capacidad para tolerar los tratamientos contra el cáncer.

Proporcionar al cuerpo la cantidad adecuada de nutrientes esenciales.

Ni más, ni menos: Mantenernos con los mejores ingredientes, o adaptándose a lo que se puede comer en ese momento, para prevenir en la medida de lo posible perder fuerza, pero también apoyar al sistema inmunológico, o evitar una anemia derivada del tratamiento. 

Aliviar los síntomas comunes del cáncer, como los vómitos, la falta de apetito y los cambios en el gusto y el olfato. 

Unas recomendaciones nutricionales adecuadas para cáncer de mama pueden ayudar a mejorar la calidad de vida del paciente y aumentar su capacidad para disfrutar de los alimentos, y ayudar en un contexto de falta de apetito (o anorexia), o aprendiendo cuándo comer más o menos para aún con todo seguir comiendo mejor, mitigando los síntomas que puedan darse.

Dar tranquilidad: Proporcionar una dieta que sea adecuada para el tipo y el estadio del cáncer del paciente, así como para cualquier tratamiento que esté recibiendo. 

“Y ahora, ¿cómo como?”. Esta frase se la repite mucha gente cuando es diagnosticada de una enfermedad como el cáncer.

Responder a esta cuestión, despejando mitos y estableciendo adaptaciones progresivas para comer mejor o, simplemente, planteando unas recomendaciones nutricionales adaptadas a la terapia contra el cáncer de mama (es decir: ¿qué como si tengo vómitos, o dolor en el estómago?), ayudarán a todos los puntos anteriores.

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Artículo de Luis Cabañas, dietista-nutricionista del equipo Aleris Clinic especialista en nutrición oncológica, Experto Universitario en Nutrición Clínica en Oncología y Doctor en Medicina.

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