Nutrición y sistema inmunitario: cómo influye la alimentación en la autoinmunidad

Nutrición y sistema inmunitario: cómo influye la alimentación en la autoinmunidad

La autoinmunidad, no es más que el ataque de nuestro sistema inmune a elementos propios (órganos y tejidos) generando una respuesta inflamatoria. Dicha autoinmunidad está influenciada por factores genéticos, hormonales y ambientales.

Dentro de estos últimos encontramos los hábitos alimentarios, los cuales están demostrando jugar un papel fundamental en el desarrollo y evolución de la misma.

Calidad y características dietéticas: dieta occidental vs dieta rica en fibra

Para empezar, la calidad y características de la dieta repercute directamente sobre la microbiota intestinal, la cual se puede encontrar en una situación de eubiosis (equilibrio o relación de comensalismo y mutualismo entre los microorganismos presentes y el hospedador) o de disbiosis (pérdida de biodiversidad de microorganismos y aumento de bacterias patógenas).

El continuo aumento del patrón dietético occidental, caracterizado por una elevada ingesta de alimentos ultraprocesados, grasas saturadas y productos de origen animales al mismo tiempo que baja en fibra, se asocia con la disbiosis intestinal y con ella: una menor producción de metabolitos resultantes de la fermentación microbiana (ácidos grasos de cadena corta) mermando la funcionalidad de la barrera mucosa y el desarrollo de las células T reguladoras del colon, favoreciendo así un estado proinflamatorio.

También es característico de éste y otros patrones alimentarios, un consumo elevado de sal (>5g/día) capaz de influir en la regulación del sistema inmune, induciendo la producción de células proinflamatorias.

En contrapartida, un patrón dietético equilibrado rico en fibra y fitonutrientes, promueve la eubiosis dando lugar a un correcto funcionamiento metabólico e inmunológico, permitiendo la absorción y síntesis de vitaminas y protegiendo contra la entrada y crecimiento de enteropatógenos.

Nutrientes interesantes en autoinmunidad

Claro que, además de las características de la dieta, existen algunos nutrientes claves con capacidad antiinflamatoria e inmunomoduladora a asegurar.

Por una parte encontramos los polifenoles, especialmente el resveratrol (presente en las uvas, el cacao y el chocolate amargo, moras) y la curcumina (compuesto bioactivo de la cúrcuma); por otra, los ácidos grasos omega 3 (nueces, soja, avena como animal los pescados azules).

Finalmente, la evidencia actual apunta a que la autoinmunidad está relacionada con niveles más bajos de vitamina D o colecalciferol, principalmente por una baja exposición solar.

En base a ello, se ha planteado su uso terapéutico (25mcg/día) en pacientes con enfermedades autoinmunes, dado su bajo coste y carencia de efectos secundarios importantes.

En resumen, como acabamos de describir, se está avanzando en el conocimiento de los factores dietéticos que influyen per se o mediante la regulación de la microbiota intestinal en las enfermedades autoinmunes.

Se abre así un nuevo escenario en el tratamiento y abordaje terapéutico de estas patologías, que incluya modificación de hábitos alimentarios y la incorporación de nutrientes específicos.

BIBLIOGRAFÍA

1. De C, Sumario A, Centeno NO, García JA, Ávila Bernabeu A, Del Mar M, et al. Aadea.es. [citado el 4 de junio de 2023]. Disponible en: https://aadea.es/wp-content/uploads/2018/02/Cuadernos_-Autoinmunidad-A%C3%B1o-10-n%C2%BA-3.pdf

2. Reducir el consumo de sal [Internet]. Who.int. [citado el 4 de junio de 2023]. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/salt-reduction

3. Álvarez J, Fernández Real JM, Guarner F, Gueimonde M, Rodríguez JM, Saenz de Pipaon M, et al. Gut microbes and health. Gastroenterol Hepatol [Internet]. 2021;44(7):519–35. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0210570521000583

IMAGEN EXTRAÍDA DE: Cuadernos de Autoinmunidad. Sociedad Andaluza de Enfermedades Autoinmunes. Año 10, nº 3. Diciembre de 2017.

Terapias hormonales y su impacto en la calidad de vida de las pacientes con endometriosis

Terapias hormonales y su impacto en la calidad de vida de las pacientes con endometriosis

La endometriosis, una enfermedad ginecológica que afecta a una de cada diez mujeres en edad reproductiva y que puede tener un impacto significativo en su salud y bienestar.

¿Qué es la endometriosis y cómo afecta la calidad de vida?

La endometriosis es una condición en la cual el tejido similar al revestimiento del útero crece fuera del mismo, generalmente en los ovarios, trompas de Falopio, ligamentos uterinos y otros órganos pélvicos. Esto puede causar dolor pélvico, sangrado menstrual abundante y, en algunos casos, infertilidad.

Pero, si has llegado hasta aquí, seguramente esto ya lo sepas.

Un gran problema es que la endometriosis también puede afectar la calidad de vida de las pacientes al causar fatiga, y acarrea aspectos psicológicos que deben atenderse por el propio desarrollo de la enfermedad, especialmente en lo relativo al dolor y la infertilidad.

Terapias hormonales para el tratamiento de la endometriosis

Una de las opciones de tratamiento para la endometriosis es la terapia hormonal, que tiene como objetivo reducir la cantidad de estrógenos en el organismo. Esto puede ayudar a reducir el crecimiento del tejido endometrial y aliviar los síntomas.

Existen varias opciones de tratamiento hormonal, ya sea por lo que contengan o cómo dispensen su contenido:

  • Píldoras anticonceptivas o terapias combinadas.
  • Inyecciones de progestina
  • Dispositivos intrauterinos

Es importante que se trabaje, independientemente del modelo y tratamiento elegido, en conjunto con un equipo médico que incluya diversos profesionales, de medicina, ejercicio, nutrición y enfermería. Este equipo es el que decide, en conjunto con la paciente y sus necesidades, la mejor opción de tratamiento.

Cómo funcionan las terapias hormonales y qué efectos secundarios pueden tener

Las terapias hormonales funcionan al bloquear la producción de estrógeno, lo que reduce el crecimiento del tejido endometrial y puede aliviar los síntomas, lo que redunda en mejorar la calidad de vida de quienes padecen endometriosis.

Sin embargo, estas terapias pueden tener efectos secundarios, que incluyen cambios en el ciclo menstrual, cambios en el estado de ánimo, dolores de cabeza y náuseas. En ocasiones también otros síntomas más graves o riesgos a largo plazo más complejos, como el de trombosis o ciertos tipos de cáncer.

Por esta última razón se hace especialmente necesario el seguimiento médico regular, esencial para garantizar que la terapia hormonal esté siendo efectiva y que no haya ningún riesgo. Además, es fundamental que las pacientes se comuniquen abiertamente con su equipo médico acerca de cualquier preocupación o síntoma que puedan tener.

¿Cabe hacer algo más, además de la terapia hormonal?

Además de la terapia hormonal, la nutrición y suplementación pueden desempeñar un papel importante en la gestión de la endometriosis y en la mejora de la salud hormonal en general. Desarrollar un plan de alimentación y suplementación puede ser adecuado para las necesidades y objetivos propuestos.

  • Entre los alimentos recomendados, se encuentran aquellos ricos en ácidos grasos omega-3, como pescado graso (salmón, sardinas), semillas de lino, chía, nueces y aceite de oliva extra virgen. Estos alimentos pueden ayudar a reducir la inflamación y mejorar la salud hormonal.
  • También se recomienda incluir en la dieta alimentos ricos en fibra y componentes bioactivos, como frutas y verduras, tanto por la razón anterior y su perfil antiinflamatorio, como porque su consumo puede desplazar el de otros alimentos malsanos. Por ejemplo, si meriendas un plátano es posible que con eso no meriendes unas galletas.
  • En cuanto a los suplementos, se ha demostrado que la vitamina D es importante para la salud hormonal y la gestión de la endometriosis, por lo que es recomendable que al principio del otoño se analice y evalúe, para valorar si hay un déficit que compensar.

Eso sí, recuerda exponerte al sol con protección a partir de la primavera y durante el verano. Además, algunos estudios sugieren que los suplementos de magnesio pueden ayudar a reducir el dolor asociado con la endometriosis, por lo que su uso se puede valorar en consulta.

Es importante tener en cuenta que antes de tomar cualquier suplemento es necesario consultar con un profesional de la salud o una dietista-nutricionista especializada, ya que algunos suplementos pueden interferir con otros medicamentos o tener efectos secundarios no deseados.

La endometriosis puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de las pacientes y la terapia hormonal es una opción de tratamiento efectiva que puede ayudar a aliviar los síntomas. Sin embargo, es importante trabajar en conjunto con el equipo médico para determinar la mejor opción de tratamiento y realizar un seguimiento médico regular.

Si quieres saber más y profundizar en ello, apúntate a nuestro Ciclo de cursos cortos “Alimentación y salud hormonal en endometriosis” que impartiremos el día 4 de junio.

Endometriosis y hormonas: cómo afecta el desequilibrio hormonal de esta enfermedad

Endometriosis y hormonas: cómo afecta el desequilibrio hormonal de esta enfermedad

La endometriosis, una enfermedad ginecológica que afecta a una de cada diez mujeres en edad reproductiva y que puede tener un impacto significativo en su salud y bienestar.

¿Qué es la endometriosis y cómo se relaciona con los desequilibrios hormonales?

La endometriosis es una condición en la cual el tejido similar al revestimiento del útero crece fuera del mismo, generalmente en los ovarios, trompas de Falopio, ligamentos uterinos y otros órganos pélvicos. Esto puede causar dolor pélvico, sangrado menstrual abundante y, en algunos casos, infertilidad.

Pero, si has llegado hasta aquí, seguramente esto ya lo sepas.

A lo largo del ciclo menstrual, tanto los estrógenos como la progesterona deben estar en equilibrio para lograr una función normal y saludable.

Sin embargo, la endometriosis cursa con una producción de estrógenos por encima de los niveles normales, lo que provoca un desequilibrio hormonal.

¿Cómo se diagnostica la endometriosis?

La evaluación diagnóstica puede hacerse de varias formas:

  • Examen físico: masa pélvica, órganos pélvicos inmóviles, y nódulos rectovaginales son sugestivos de endometriosis.
  • Por imagen: como la ecografía transvaginal
  • Diagnóstico quirúrgico: la combinación de laparoscopia y verificación histológica de glándulas y/o estroma endometriales es considerado como el estándar de oro para el diagnóstico de la enfermedad.
  • Laparoscopia: debe considerarse cuando los síntomas son severos y/o persistentes a pesar del tratamiento médico

Tratamiento en el manejo de la patología

El tratamiento de la endometriosis va a depender de la gravedad de los síntomas, los planes reproductivos, la edad de la paciente, su historial médico, y los perfiles de efectos secundarios de tratamientos quirúrgicos y médicos.

Es por ello que, según el caso, el tratamiento puede variar desde la administración de antiinflamatorios, pasando por la terapia hormonal, administración de progestágenos, inhibidores de la aromatasa o la cirugía.

¿Existe una dieta para la endometriosis?

Actualmente no disponemos de ningún protocolo nutricional para el manejo de la endometriosis. Sin embargo, teniendo en cuenta que es una patología de carácter inflamatorio y hormono-dependiente, podemos recurrir a estrategias nutricionales que atenúen la inflamación y ayuden a reducir los niveles de estrógenos.

Para aliviar los síntomas inflamatorios, será clave reducir el consumo de aceites vegetales refinados, alcohol, azúcares libres, cereales refinados, embutidos y lácteos grasos.

Además, los niveles altos de estrógenos se relacionan con mayores niveles de histamina, por lo que reducir los alimentos ricos en histamina podría sernos de gran utilidad.

Por otra parte, es igual de importante aumentar el consumo de aquellos alimentos ricos en sustancias antiinflamatorias como aquellos que contienen omega 3 (pescado azul, nueces, semillas de chía, semillas de lino…).

Niveles óptimos de vitamina D aportan beneficios a respuestas inflamatorias e inmunitarias. Las especias de carácter antiinflamatorio, como el jengibre o la cúrcuma, serían igualmente interesantes para incluirlas en la dieta.

¿Te gustaría aprender más sobre endometriosis y nutrición?

La endometriosis se caracteriza por cursar con niveles estrogénicos por encima de los parámetros normales. Este desequilibrio hormonal conlleva la manifestación de diversos síntomas, entre ellos un estado inflamatorio.

A pesar de que hoy en día no contamos con una pauta nutricional estándar en el manejo de la endometriosis, sí que podemos cambiar hábitos alimentarios y de estilo de vida que ayuden a disminuir los síntomas.

Si quieres saber más y profundizar en ello, apúntate a nuestro Ciclo de cursos cortos “Alimentación y salud hormonal en endometriosis” que impartiremos el día 4 de junio.

Consejos prácticos para mantener una alimentación saludable durante el tratamiento del cáncer colorrectal

Consejos prácticos para mantener una alimentación saludable durante el tratamiento del cáncer colorrectal

El cáncer colorrectal es una enfermedad que afecta el intestino grueso y el recto. Su tratamiento suele ser complejo y puede incluir cirugía, radioterapia y quimioterapia de forma típica, aunque también inmunoterapia o terapias dirigidas en casos más extremos.

Es fundamental llevar una alimentación saludable durante el tratamiento del cáncer colorrectal para ayudar a mantener el cuerpo fuerte y mejorar la respuesta al tratamiento.

De todo esto hablamos en el Curso Dietoterapia en pacientes con cáncer colorrectal, ¡inscríbete y fórmate con nosotras!

¿Por qué es importante mantener una alimentación saludable durante el tratamiento del cáncer colorrectal?

La alimentación puede ayudar a reducir los efectos secundarios del tratamiento como diarrea, mejorar la capacidad del cuerpo para combatir la enfermedad, y mantener la energía y la fuerza necesarias para tolerar los diferentes tratamientos, especialmente cuando consigue evitar una pérdida de peso compatible con desnutrición o mejora una anemia, típica en muchos casos al diagnóstico o durante el tratamiento

Alimentos y nutrientes que pueden ayudar a reducir los efectos secundarios del tratamiento

Durante el tratamiento del cáncer colorrectal, algunos alimentos y nutrientes pueden ser especialmente útiles para reducir los efectos secundarios indicados anteriormente, pero también otros como la pérdida de peso, la fatiga y las náuseas. 

En primer lugar, debemos tener clara la base de nuestra alimentación:

  • Los alimentos ricos en proteínas, son esenciales para la reparación de tejidos y la prevención de la pérdida de masa muscular. 
  • Los alimentos ricos en fibra, como las frutas y verduras, pueden ayudar a aliviar tanto estreñimiento como diarrea o los ciclos que los combinan, una de las molestias más comunes durante el tratamiento. 
  • Además, es deseable incluir grasas de calidad como las de frutos secos, aceite de oliva, semillas o aguacate, ya que ayudará tanto al estreñimiento como nutriente energético, para evitar la pérdida de peso que se acompaña al diagnóstico.

Otros consejos prácticos para mantener una alimentación saludable son:

  • Consumir alimentos frescos y mínimamente procesados, incluyendo frutas, verduras, cereales integrales (a no ser que hubiera gastritis o diarrea, o que tuviéramos que reducir la fibra por una cuestión de saciedad), proteínas magras y grasas saludables.
  • Evitar los productos con mayor procesamiento y que típicamente son altos en grasas, azúcares y sal, como productos congelados o snacks, que desplazan el consumo de lácteos fermentados, frutos secos, frutas u otros alimentos de mayor calidad.
  • No hay por qué comer más o menos veces, sino las que necesites para incluir a diario los alimentos que se indican antes. Una posible estructura puede ser:
    • Desayunar: un yogur griego o vegetal con nueces y una pera troceada.
    • Almorzar: Una tostada con un paté de olivas y anchoa o con tomate con aceite de oliva virgen y hummus
    • Comer: Un crepe casero de harina de garbanzo y harina de avena, con espinacas, pasas y cebolla salteados o un pescado al vapor con patata, tomate y calabacín (especiados al gusto)
    • Merienda: Dos piezas de fruta. 
    • Cenar: Tofu al microondas con verdura asada (horno o microondas, tipo escalivada o una berenjena al microondas, especiados al gusto) o un filete de pollo con guarnición de canónigos y tomates cherry. 

Recomendaciones de suplementos nutricionales

En algunos casos, los suplementos nutricionales pueden ser necesarios para complementar la alimentación y asegurarse de que se están consumiendo todos los nutrientes necesarios para mantener una buena salud durante el tratamiento. 

Los suplementos nutricionales pueden incluir alguna vitamina y proteína en polvo o creatina, y cada vez más en cáncer de colon se utilizan probióticos de forma frecuente.

En cualquier caso, siempre que recomienden un suplemento a tu paciente, deberás investigarlo y/o consultar al equipo médico su uso, así como tener en cuenta que no todos los suplementos son necesarios para todo el mundo, y que lo importante es dejar de necesitarlo en algún momento.

Consejos para una buena hidratación durante el tratamiento

La hidratación es fundamental para el bienestar durante el tratamiento del cáncer colorrectal. Es importante beber suficiente agua y evitar bebidas con cafeína y alcohol, que pueden deshidratar el cuerpo.

Si la pérdida de apetito es un problema, es posible aumentar la ingesta de líquidos a través de sopas, caldos, y bebidas deportivas bajas en azúcar.

¿Crees que estás comiendo bien?

Unas preguntas que podemos hacerle a los pacientes son:

  • ¿Incluyes un alimento proteico en comidas y cenas? Carne, pescado, legumbres, derivados de legumbre, conservas de pescado, huevo…
  • ¿Incluyes frutas y verduras en cualquier comida? Fruta en tu primera comida, verdura en comidas o cenas, fruta en tomas intermedias,…
  • ¿Incluyes en comidas intermedias (meriendas, desayunos) lácteos fermentados o bebidas vegetales? ¿Y frutos secos?
  • ¿Tomas la mejor versión de cada alimento? (Fruta entera y no zumo, yogur sin azucarar, verdura entera y no sólo en cremas, evitas la carne procesada, cereales integrales…)
  • Y, ¿lo haces en cantidades suficientes? (te quedas con hambre, tu peso no ha fluctuado hasta el diagnóstico o estos últimos meses,…)

Si responden a todo que sí, tienes mucho camino andado.

Si alguna pregunta no saben qué responder o la respuesta es negativa, sería algo a cambiar y plantearles un objetivo hacia el “sí” de forma progresiva. ¡Y aquí podemos ayudar!

Te esperamos en el Curso Dietoterapia en pacientes con cáncer colorrectal, para profundizar en el tratamiento con alimentación y suplementación durante el tratamiento del cáncer colorrectal, y así ayudar a nuestros pacientes a mantener el cuerpo fuerte y mejorar la respuesta al tratamiento.

Consejos y estrategias para seguir una dieta vegana FODMAP mientras se come fuera de casa

Consejos y estrategias para seguir una dieta vegana FODMAP mientras se come fuera de casa

La palabra “FODMAPS” se refiere a un grupo de carbohidratos fermentables que encontramos en multitud de alimentos, según sus iniciales en inglés: Oligosacáridos, Disacáridos, Monosacáridos y Polioles Fermentables.

Aunque estos carbohidratos tienen perfecta cabida en una alimentación saludable y aportan nutrientes, algunas personas pueden tener dificultades para digerirlos adecuadamente. cuando esto sucede pueden ser fermentados por las bacterias intestinales provocando síntomas gastrointestinales como hinchazón, flatulencia, dolor abdominal o diarrea.

En esos casos puede estar justificado aplicar un tratamiento de dietoterapia bajo en FODMAPS para reducir la sintomatología y contribuir a una mejoría de la salud intestinal.

¿Qué es una dieta vegana FODMAP y cómo funciona?

La dieta baja en FODMAPS se divide en tres fases: eliminación, reintroducción y personalización. Durante la primera fase se excluyen de la dieta habitual muchos alimentos o se disminuyen mucho las raciones. Sobre todo algunas verduras, frutas, legumbres, cereales y frutos secos.

Consejos para seguir una dieta vegana FODMAP mientras se come fuera de casa

Teniendo en cuenta que una persona vegana no consume tampoco alimentos de origen animal, puede ser complicado mantener esta alimentación fuera de casa.

Si por trabajo o estudios comes fuera de manera habitual lo más recomendable es que durante la fase de exclusión te lleves tu propia comida en un tupper, de esta manera te asegurarás de cumplir las restricciones necesarias y mantener una alimentación saludable.

Ten en cuenta que no es algo permanente, serán solo unas semanas.

Estrategias para adaptar el menú de un restaurante a la dieta vegana FODMAP

Si sabes que vas a tener que comer en un restaurante, puede ser buena idea que te pongas en contacto con el establecimiento con anterioridad para comunicarles tus necesidades dietéticas y que puedan tenerte algo preparado. Hay opciones sencillas que en cualquier restaurante vegano te podrán facilitar:

  • Seitán a la plancha con patatas fritas (si no tienes problemas con el gluten).
  • Arroz, tempeh a la plancha y ensalada verde.
  • Revuelto de tofu y setas ostra.

En un restaurante tradicional es posible que tengas más dificultades para cubrir la parte proteica si no disponen de tofu por ejemplo. En ese caso puede que tengas que cubrir esa parte en las ingestas del resto del día. Aunque siempre habrá establecimientos dispuestos a hacer un esfuerzo por adaptarte el menú.

Recuerda pedirles que no usen condimentos como ajo, ni añadan salsas a tu comida, pide que sea lo más sencilla posible para evitar problemas.

Cómo comunicar las necesidades dietéticas al personal del restaurante

Lo cierto es que no es fácil dar indicaciones claras al personal para que te preparen algo acorde a una dieta vegana baja en FODMAPS en su fase más restrictiva, ya que gran parte de las verduras sólo se pueden consumir en cantidades limitadas, y sería muy complicado informar de todas las restricciones, y también difícil para la cocina el cumplirlas.

Con el fin de evitar un mal rato, el mejor consejo es que como hemos comentado, pidas platos concretos muy simples (sin tener que especificar cosas como “tomate si, pero no más de 100g” que pueden resultar confusas. Y ya comerás mejor cuando llegues a casa.

Actualización en dieta vegana baja en FODMAPS

En el Curso vemos con detalle cómo organizar la dietoterapia de pacientes veganos que precisan de una dieta baja en FODMAPS, repasando consejos y estrategias útiles, últimas actualizaciones, suplementación, recursos prácticos y todo lo necesario para poder desarrollar el plan nutricional de la manera más cómoda y segura para tus pacientes.

Cómo la dieta autoinmune puede mejorar la función inmunológica y reducir los síntomas de enfermedades

Cómo la dieta autoinmune puede mejorar la función inmunológica y reducir los síntomas de enfermedades

Las enfermedades autoinmunes son procesos patológicos en los cuales el sistema inmune ataca componentes normales del propio individuo. Son crónicas y con una elevada morbilidad.

Se estima que en la actualidad, más del 20% de la población mundial padece alguna de estas enfermedades. La causa se desconoce, pero sí sabemos que se ve influenciada por factores genéticos y ambientales. 

Además, recientes análisis de prevalencia, sugieren que los hábitos dietéticos podrían estar influyendo de forma considerable en el desarrollo de estas patologías. 

Un patrón alimentario basado en una ingesta elevada de calorías, proteínas y grasas, sal, azúcares refinados y productos ultraprocesados influye directamente en el desarrollo de enfermedades autoinmunitarias.

Se vuelve imprescindible llevar a cabo un abordaje dietoterapéutico que permita reestablecer la microbiota, reducir los factores proinflamatorios y mejorar la función inmunológica.

Te seguimos contando pero, si estás interesada en profundizar sobre este tema, te invitamos a que realices el Curso Corto de Especialidad: Protocolo Autoinmune como abordaje dietoterapéutico, con Georgina Dávila.

¿Qué es la dieta autoinmune y cómo funciona?

La dieta autoinmune, es un protocolo en el que se seleccionan y priorizan una serie de alimentos antiinflamatorios y se reducen otros alimentos con efecto proinflamatorios.

Consta de un periodo de eliminación y la reintroducción posterior de los alimentos para identificar qué alimentos generan malestar en cada caso particular. Pudiendo combinar nutrición y suplementación si fuera necesario, por ejemplo, con probióticos.

¿Cómo puede la dieta autoinmune mejorar la función inmunológica?

La dieta autoinmune mejora la función inmunológica desde la mejora o el mantenimiento de la microbiota intestinal: ese conjunto de microorganismos saludables que colonizan nuestro intestino.

La microbiota apoya el correcto funcionamiento de las funciones metabólicas e inmunológicas, permite la absorción y síntesis de vitaminas y protege contra la entrada y crecimiento de patógenos intestinales.

En resumen, la dieta permite que la microbiota siga cumpliendo todas esas funciones.

  • Beneficios de la dieta autoinmune en enfermedades autoinmunitarias.
  • reestablecer el correcto funcionamiento de la microbiota
  • reducir los síntomas digestivos
  • espaciar la aparición de brotes o reducir su intensidad
  • prevenir la aparición de enfermedades autoinmunes secundarias
  • crear un estilo de vida saludable

¿Cómo seguir una dieta autoinmune? Consejos y estrategias.

Lo primero es que se acuda a un dietista-nutricionista que aborde estas patologías y que plantee un plan de alimentación basado en el protocolo autoinmune.

Lo segundo es que siempre se adapte el protocolo a la persona, a la rutina, horarios, gustos y preferencias, es decir, que se personalice. 

Lo tercero es poder trabajar y dar respuesta, aquellas situaciones en las que se presenten mayores inconvenientes para la puesta en marcha del protocolo, por ejemplo, comer fuera.

Finalmente, no dejar de lado otros aspectos de la vida diaria, que puedan estar influyendo en la enfermedad como es la actividad física y el estrés.

Fórmate con el Curso Protocolo Autoinmune: abordaje dietoterapéutico

Los cambios en nuestro estilo de vida influyen en la aparición y desarrollo de las enfermedades autoinmunes.

Un abordaje dietoterapéutico puede dar respuesta a la sintomatología, reducir el número e intensidad de brotes y mejorar la calidad de vida.

En el curso sobre protocolo autoinmune, detallaremos el protocolo: alimentos, estilo de vida, suplementación y, lo más importante, cómo ponerlo en marcha. Apúntate y conoce de primera mano cómo hacer frente a estas patologías.

Cómo adaptar la alimentación a las necesidades de cada paciente en cirugía bariátrica

Cómo adaptar la alimentación a las necesidades de cada paciente en cirugía bariátrica

Sabemos que la obesidad mórbida, entendida como una acumulación excesiva del porcentaje de masa grasa, es una condición médica que en muchos casos aumenta la probabilidad de padecer algunos problemas de salud, ya que está muy relacionada con patologías como la diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial, dislipemias, enfermedades cardiovasculares, etc.

Para el tratamiento de la obesidad, es importante que primero se valoren ciertos cambios en el estilo de vida de la paciente, asegurándonos de que lleva una dieta saludable acorde a sus necesidades, realiza suficiente actividad física, tiene buenos hábitos de sueño y descanso, lleva a cabo una buena gestión de la ansiedad o el estrés, evita hábitos tóxicos como el consumo de tabaco o alcohol, etc.

Cuando todos estos factores se han abordado, sin conseguir resultados esperables de pérdida de peso o reducción de la masa grasa, otro de los tratamientos indicados para la obesidad mórbida es la realización de una cirugía bariátrica.

Aun así, es importante que las pacientes que se intervengan de cirugía bariátrica, lleven una alimentación adecuada con el objetivo de mantenerse correctamente nutridas, tener una mejor tolerancia de los alimentos, conseguir una mayor pérdida de peso y evitar la ganancia del mismo a largo plazo.

¿Qué es la cirugía bariátrica y cómo afecta la alimentación?

La cirugía bariátrica es un procedimiento quirúrgico que se utiliza como una de las opciones para tratar la obesidad mórbida, pero debe estar correctamente indicada según cada paciente, buscando siempre que se reduzcan las posibles complicaciones quirúrgicas y el mejor manejo de síntomas postoperatorios.

Existen diferentes técnicas de cirugía bariátrica, ya que en algunas se produce solamente la restricción de la capacidad gástrica, pero en otras además se obtiene una malabsorción de macronutrientes en el intestino (buscando sobre todo la reducción de la absorción de lípidos o grasas).

De manera previa a la intervención, existe evidencia de que una pérdida de al menos un 5-10% del peso, está directamente relacionada con una disminución del riesgo quirúrgico y anestésico, y además se ha visto que favorece la adherencia del paciente al tratamiento nutricional postoperatorio.

Por otra parte, también es importante llevar una correcta adaptación alimentaria de manera posterior a la operación de cirugía bariátrica, con el fin de que las pacientes se encuentren correctamente nutridas, que se consiga el mantenimiento de la pérdida de peso a largo plazo, y conseguir una mejor tolerancia de los alimentos, tal y como veremos a continuación.

Necesidades nutricionales específicas después de la cirugía bariátrica

Si tenemos en cuenta la reducción de la capacidad estomacal después de la cirugía bariátrica, las pacientes deben priorizar el consumo de alimentos ricos en proteínas (como son las legumbres o sus derivados, huevos, pescados, lácteos, carnes magras, etc.) para así asegurar un aporte mínimo de proteínas que permitan la optimización de las funciones metabólicas, una correcta cicatrización postoperatoria y evitar una excesiva pérdida de masa magra.

Se recomienda un aporte proteico mayor a 60g/día o mínimo de 1,5g de proteína por kg de peso al día.

Por otro lado, para evitar una de las principales complicaciones de la cirugía bariátrica como es el estreñimiento, es importante que las pacientes intervenidas consuman suficiente fibra mediante la ingesta de verduras, hortalizas, frutas, legumbres, semillas molidas, etc.

Una vez cubiertas estas necesidades nutricionales principales, debemos procurar cubrir también las necesidades nutricionales de ciertas vitaminas y minerales, ya que la cirugía bariátrica implica una disminución de su absorción al reducir drásticamente el volumen de ingesta alimentaria, así como del aprovechamiento de las mismas (sobre todo aquellas técnicas malabsortivas).

Por ello, es necesario que se lleve una correcta nutrición y suplementación de algunos nutrientes, principalmente del hierro, de vitamina B12, de calcio y vitamina D, de zinc, de ácido fólico, y de selenio, entre otros.

Las pacientes sometidas a cirugía bariátrica deben estar correctamente informadas y asesoradas por una nutricionista con experiencia y especializada en este campo.

Consejos para adaptar la alimentación a las necesidades de cada paciente después de la cirugía bariátrica

La alimentación después de la cirugía bariátrica debe estar adaptada a cada paciente, empezando por ajustarse según la tolerancia que vayan teniendo a los diferentes grupos alimentarios. 

Por ello, se indica que las pacientes sigan una dieta progresiva aumentando poco a poco la textura y consistencia de los alimentos, de modo que comienzan con una dieta líquida, para pasar a una dieta semi-líquida, después a una textura puré, para terminar con alimentos con textura blanda y finalmente sólida. 

El periodo de tiempo que se debe seguir cada una de las fases puede variar según la tolerancia y las necesidades nutricionales de las pacientes.

Por ejemplo, es muy común que no se toleren bien en el último periodo los alimentos muy secos, como por ejemplo carnes cartilaginosas o duras, o preparaciones a la brasa o a la plancha, o incluso arroces secos tipo paella, y por tanto en estos casos se podría alargar más la dieta con textura blanda.

El plan de alimentación de las pacientes sometidas a una operación de reducción de estómago, siempre tiene que estar sujeto a la sensación de saciedad de cada una.

Por lo que las cantidades ingeridas por un lado no deben ser insuficientes para mantener a las pacientes con energía y bien nutridas, pero tampoco excederse en cantidad con el fin de evitar malestar, náuseas y vómitos.

Estrategias para manejar posibles complicaciones alimentarias

Una de las principales preocupaciones de las pacientes tras una cirugía bariátrica es cómo manejar las posibles complicaciones alimentarias que se vayan presentando. Vamos a dar algunos consejos para ayudar a sobrellevar mejor esas complicaciones en caso de que aparezcan: 

Náuseas, vómitos o reflujo

Reducir las porciones de los alimentos que se ingieren, no forzar a tomar un bocado más si se nota la sensación de saciedad, tomar alimentos con consistencia más blanda, comer de manera pausada y masticando bien los alimentos, no hacer ejercicio ni agacharse inmediatamente después de comer, y evitar alimentos fritos, con salsas grasas o ricos en azúcares.

Diarrea

Comprobar si no se está tolerando bien algún alimento concreto y evitarlo al menos durante 2-3 semanas y volver a reintroducir, evitar alimentos fritos o salsas grasas, evitar edulcorantes, aumentar el consumo de alimentos astringentes (arroz, patata, zanahoria, etc.), aumentar el consumo de líquidos y sales, o realizarse pruebas para descartar alguna intolerancia alimentaria.

Estreñimiento

Aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra soluble y/o insoluble así como semillas molidas, consumir aceite de oliva virgen en crudo, mantenerse en movimiento, aumentar el consumo de líquidos, procurar estar comiendo suficiente (repartido en pequeñas tomas a lo largo del día), y por último valorar ayudas con suplementos de fibra, laxantes, supositorios o enemas.

Flatulencias

Evitar bebidas con gas, cocinar bien las verduras, comer las legumbres sin piel o trituradas, evitar edulcorantes, consumir alimentos integrales con moderación, tomar infusiones digestivas, y no beber en las comidas principales.

Síndrome de dumping

Evitar alimentos fritos, salsas comerciales, alimentos ricos en azúcares libres, disminuir el tamaño de las ingestas, comer despacio, recostarse en un sofá, en caso de notar mareo o hipoglucemia tomar un zumo de frutas o una cucharada de miel y esperar a que se pase esa sensación.

Pérdida de peso excesiva

Aumentar la densidad energética de las comidas utilizando aceite de oliva virgen, frutos secos o sus cremas, semillas, quesos…, procurar estar comiendo suficiente (repartido en pequeñas tomas a lo largo del día), evitar los alimentos mal tolerados, valorar la suplementación con proteína en polvo.

Fórmate en Dietoterapia en Cirugía Bariátrica con Aleris Academia

Como conclusión, uno de los principales consejos para pacientes en cirugía bariátrica es que contacten con una dietista-nutricionista con experiencia y especializada en pacientes intervenidos de cirugía bariátrica, para llevar a cabo un plan de alimentación personalizado y acorde a sus necesidades nutricionales.

Es especialmente importante tener una buena adaptación alimentaria sobre todo de manera posterior a la cirugía bariátrica, con el objetivo de lograr una buena tolerancia de los alimentos, encontrarse correctamente nutrida, y conseguir una pérdida de peso óptima que pueda mantenerse a largo plazo.

Por ello, te animamos a formarte en dietoterapia en cirugía bariátrica, y así poder ayudar de manera adecuada en la alimentación a aquellas pacientes que vayan a someterse a una intervención de cirugía bariátrica, o que lo hayan hecho recientemente.

El sábado 6 de mayo tienes disponible el curso, impartido por nuestra dietista-nutricionista Paula Avellaneda.

Cuáles son las patologías renales más comunes y su tratamiento

Cuáles son las patologías renales más comunes y su tratamiento

La nutrición es un factor clave en el manejo de las patologías renales, ya que una dieta adecuada puede ayudar a prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

En este artículo, nos enfocaremos en repasar las patologías renales más comunes y la dieta recomendada para cada una de ellas.

Fisiopatología y consecuencias de LRA y ERC

La Lesión Renal Aguda (LRA) y la Enfermedad Renal Crónica (ERC) son patologías que afectan la función renal y pueden tener graves consecuencias en la salud de las personas. 

La LRA se produce de forma repentina y puede ser causada por una lesión física, una infección o el uso de ciertos medicamentos.

Por otro lado, la ERC se desarrolla lentamente y, entre otros motivos, puede ser causada por enfermedades crónicas como la diabetes o la hipertensión.

Ambas patologías pueden provocar la acumulación de desechos y líquidos en el cuerpo, lo que puede llevar a complicaciones como la hipertensión arterial, la anemia y la enfermedad cardiovascular.

Por lo tanto, es importante seguir una dieta adecuada para ayudar a prevenir estas complicaciones.

Dietoterapia en ERC en prediálisis, Diálisis peritoneal, Hemodiálisis y trasplante renal

La dietoterapia es una herramienta importante en el manejo de la ERC en todas sus etapas, desde la prediálisis hasta el trasplante renal

En la prediálisis, se recomienda una dieta baja en proteínas, sodio, fósforo y potasio para prevenir la acumulación de desechos y líquidos en el cuerpo..

En la diálisis peritoneal y la hemodiálisis, se debe mantener una ingesta adecuada de proteínas para prevenir la malnutrición y se debe controlar el consumo de líquidos, sodio y potasio para prevenir la acumulación de desechos y líquidos en el cuerpo.

En el trasplante renal, se debe seguir una dieta equilibrada y saludable para prevenir la acumulación de desechos y líquidos en el cuerpo.

Síndrome nefrótico

El síndrome nefrótico es una enfermedad renal que provoca la pérdida excesiva de proteínas en la orina.

Esto puede provocar hinchazón, aumento de peso y aumento del colesterol y los triglicéridos en la sangre.

Por lo tanto, se recomienda una dieta baja en sodio y  evitar productos ultraprocesados para prevenir la retención de líquidos y reducir el colesterol y los triglicéridos en la sangre.

Nefropatía diabética

La nefropatía diabética es una complicación de la diabetes que afecta la función renal.

En este caso, se recomienda una dieta sin azúcares libres y evitando harinas refinadas, con el objetivo de reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular y tener un mejor control de las glucemias.

Además, se debe controlar el consumo de proteínas, sodio y potasio para prevenir la acumulación de desechos y líquidos en el cuerpo.

Nefrolitiasis

La nefrolitiasis, también conocida como cálculos renales, es una patología renal en la que se forman depósitos sólidos en los riñones a partir de minerales y otras sustancias presentes en la orina.

Estos cálculos pueden causar dolor intenso en la parte inferior de la espalda, el abdomen y los costados, además de causar náuseas y vómitos.

La nefrolitiasis también puede conducir a una disminución en la función renal si los cálculos obstruyen el flujo de la orina.

En términos de nutrición, los pacientes con nefrolitiasis deben seguir una dieta baja en sal y en proteínas animales (sobre todo aquellos alimentos ricos en purinas), especialmente si sus cálculos están compuestos principalmente de oxalato de calcio. 

Los alimentos ricos en oxalato, como las espinacas, las nueces y el té, también deben ser limitados. Por otro lado, el aumento de la ingesta de líquidos, en especial agua, es una medida importante para prevenir la formación de cálculos renales. 

Además, se pueden considerar suplementos de citrato de potasio, ya que este compuesto puede reducir la formación de cálculos de oxalato.

Como ves, como profesionales de la nutrición desempeñamos un papel crucial en la prevención y el tratamiento de diversas patologías renales, como la ERC, el síndrome nefrótico, la nefropatía diabética y la nefrolitiasis.

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Homeostasis de la glucosa | Módulo ‘Actualización en Nutrición y Dietética’ del Máster Aleris

Homeostasis de la glucosa

Entendemos por homeostasis de la glucosa, es el proceso de cómo la glucosa se regula en la sangre, también conocido como glucemia en sangre, manteniéndolos dentro de unos márgenes óptimos

La glucosa, es el principal combustible de nuestras células para llevar a cabo sus funciones, por eso su regulación y equilibrio es tan importante .Como vemos, es un proceso esencial para el correcto funcionamiento del organismo humano. 

En este post, explicaremos cómo el cuerpo regula la glucosa, las hormonas y procesos que intervienen en su regulación, y algunos trastornos relacionados con la homeostasis de la glucosa y la insulina.

¿Qué es la glucosa y por qué es importante para el organismo?

La glucosa es un azúcar simple que se encuentra en los alimentos que consumimos. El cuerpo, también puede conseguir glucosa a partir de reservas energéticas mediante diferentes mecanismos metabólicos, en los casos que no dispongamos de glucosa en sangre a partir de alimentos. 

La glucosa es transportada a través del torrente sanguíneo y es tomada por las células para ser utilizada como energía. 

El exceso de glucosa se almacena en el hígado y en los músculos en forma de glucógeno para ser utilizado cuando se necesita.

La homeostasis de la glucosa es importante, ya que un exceso de la misma puede ser tóxico para el organismo. El exceso de glucosa en el torrente sanguíneo puede dañar los vasos sanguíneos, los nervios y otros tejidos del cuerpo. 

Es por eso que es importante que el cuerpo regule cuidadosamente la cantidad de glucosa en la sangre.

¿Cómo se mantiene la homeostasis de la glucosa?

La homeostasis de la glucosa se mantiene gracias a un delicado equilibrio entre las hormonas que aumentan y las que disminuyen la glucosa en sangre, así como los procesos que intervienen en su regulación.

Es importante tener claro cómo se encarga de regular la insulina estos niveles, ya que es la principal hormona que disminuye la glucosa en sangre. Es producida por las células beta de los islotes de Langerhans en el páncreas. 

Cuando la concentración de glucosa en sangre aumenta después de una comida, las células beta del páncreas liberan insulina en el torrente sanguíneo. 

La insulina se une a los receptores de las células del hígado, músculos y otros tejidos del cuerpo, lo que estimula la absorción de glucosa y su almacenamiento en forma de glucógeno. Además, la insulina inhibe la producción de glucosa en el hígado.

El glucagón es otra hormona importante que aumenta la glucosa en sangre. Es producida por las células alfa de los islotes de Langerhans en el páncreas. Cuando la concentración de glucosa en sangre disminuye, las células alfa del páncreas liberan glucagón en el torrente sanguíneo. 

El glucagón estimula la liberación de glucosa del hígado y su liberación en la sangre.

Además de la insulina y el glucagón, otras hormonas y procesos también intervienen en la homeostasis de la glucosa. El cortisol, una hormona producida por las glándulas suprarrenales, aumenta la concentración de glucosa en sangre al estimular la liberación de glucosa del hígado y reducir la absorción de glucosa por parte de los tejidos del cuerpo. 

El ejercicio también afecta la homeostasis de la glucosa al aumentar la absorción de glucosa por los músculos, aumentando la presencia de transportadores tipo GLUT4. También estimula la captación de aminoácidos y cuerpos cetónicos y la síntesis de glucógeno y proteínas, lo que podemos denominar efecto anabólico. 

La hipoglucemia es una condición en la que los niveles de glucosa en sangre son anormalmente bajos. 

Esto puede ser peligroso para el cuerpo, ya que la glucosa es la principal fuente de energía para las células del cuerpo, especialmente para el cerebro. La hipoglucemia puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo el exceso de insulina, la falta de ingesta de alimentos, el exceso de ejercicio y ciertas enfermedades.

Síndrome de resistencia a la insulina

La resistencia a la insulina, se produce cuando las células de los músculos, grasa e hígado, se vuelven menos sensibles y no responden bien a la insulina y no pueden absorber la glucosa de la sangre fácilmente.

Esto hace que el páncreas acabe produciendo más insulina, intentando ayudar que la glucosa entre a las células. Siempre que este puede mantener cantidades suficientes de insulina, los niveles de glucosa en sangre se mantendrán en un rango saludable.

Esta situación de resistencia a la insulina, suele darse en los casos de una prediabetes que, si no se corrige con el tiempo, acabará desarrollándose en una diabetes tipo 2.

Esta condición a menudo está asociada con la obesidad y es uno de los factores que puede aumentar el riesgo de diabetes tipo 2 así como de enfermedades cardíacas. 

De ahí que veamos la importancia de una correcta regulación de la homeostasis de la glucosa.

Hiperinsulinismo 

El hiperinsulinismo es una condición en la que el cuerpo produce demasiada insulina, lo que puede llevar a niveles anormalmente bajos de glucosa en sangre. La situación posterior a una ingesta, en estos casos, también se conoce como hipoglucemia reactiva. Suelen darse niveles bajos de glucemia en las 4 horas posteriores a una ingesta.

Esto puede ser causado por tumores en el páncreas que producen insulina en exceso, o por una sobredosis de insulina en personas con diabetes que toman insulina inyectable.

Diabetes mellitus

La diabetes mellitus es una enfermedad crónica que se caracteriza por niveles anormalmente altos de glucosa en sangre debido a una deficiencia en la producción o acción de la insulina. 

La diabetes tipo 1 es causada por una falta de producción de insulina por el páncreas, mientras que la diabetes tipo 2 es causada por una combinación de resistencia a la insulina y una disminución en la producción de insulina. La diabetes gestacional es una forma de diabetes que se desarrolla durante el embarazo.

La diabetes puede causar una variedad de complicaciones, incluyendo enfermedades cardíacas, enfermedades renales, daño nervioso y problemas oculares. 

El tratamiento de la diabetes implica la monitorización regular de los niveles de glucosa en sangre, la dieta y el ejercicio, y en algunos casos, la administración de insulina u otros medicamentos para controlar los niveles de glucosa en sangre.

La homeostasis de la glucosa es un proceso crucial para el correcto funcionamiento del organismo. El cuerpo tiene mecanismos sofisticados para mantener los niveles de glucosa en sangre dentro de un rango estrecho, y las hormonas juegan un papel fundamental en este proceso.

La insulina es la hormona principal que regula la glucosa en sangre, pero también hay otras hormonas que intervienen en la homeostasis de la glucosa, como el cortisol y el glucagón.

Es importante mantener una dieta saludable y equilibrada para mantener los niveles de glucosa en sangre estables, y el ejercicio regular también puede ayudar a mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con la glucosa en sangre, como la diabetes.

La homeostasis de la glucosa es un proceso crítico para la salud y el bienestar del organismo, y entender cómo funciona puede ayudarnos a mantener una vida saludable y prevenir enfermedades relacionadas con la glucosa en sangre.

Aitor Sánchez  nos habló, durante el módulo ‘Actualización en nutrición y dietética’, de los factores dietéticos que intervienen en la homeostasis de la glucosa: la composición de las comidas, la inclusión de proteína en las ingestas, el vinagre…

También nos habla, en este fragmento del Curso Avanzado en Salud Pública, Investigación y Actualización en Nutrición del Máster Aleris en Nutrición Clínica y Dietética Aplicada, del ‘efecto canela

Cómo reducir el tejido adiposo y la inflamación en lipedema

Cómo reducir el tejido adiposo y la inflamación en lipedema

El lipedema fue reconocido como enfermedad en Mayo del 2018 por la OMS, dentro del grupo “Certain non-inflammatory disorders of subcutaneous fat”.

Se trata de una alteración o trastorno de la distribución del tejido graso, de carácter crónico. 

Teniendo esto en cuenta, entre los tratamientos que se realizan en la actualidad con el objetivo de mejorar los síntomas asociados, de reducir el tejido adiposo y la inflamación de bajo grado producida por el lipedema, podemos encontrar los siguientes:

Tratamiento conservador

El tratamiento conservador es la acepción que se utiliza para referirse a una serie de tratamientos no quirúrgicos de carácter multidisciplinar, que se utiliza en este caso para la mejora de la sintomatología asociada al lipedema.

Siempre se aconseja llevar a cabo a las mujeres con lipedema como tratamiento hasta mejorar la sintomatología, o al menos durante 6-8 meses antes de plantear la cirugía de liposucción, ya que en muchos casos no es necesario realizar esta última.

El tratamiento conservador consta de:

Terapia compresiva

Mediante prendas de compresión o vendajes compresivos: ayudan a reducir el dolor, mejorar el confort y la movilidad. Con el objetivo de favorecer el retorno linfático-venoso, se recomienda al menos durante la práctica de ejercicio físico, viajes prolongados en avión, en trabajos que requieran estar mucho tiempo de pie, y cuando se asocia edema ortostático, venoso y/o linfático.  

Fisioterapia

Drenaje linfático manual realizado por fisioterapeutas especializados, que mejora el drenaje fisiológico, reduce inflamación y alivia el dolor y pesadez de los miembros con lipedema.

Ejercicio físico

Realización de ejercicio físico de bajo impacto, combinando aeróbicos y ejercicios de fuerza (evitar deportes de contacto, ya que aumentan el riesgo de dolor y de aparición de hematomas): se suelen recomendar por ejemplo marcha nórdica, ejercicios funcionales con el propio peso y resistencias externas, ejercicios en el agua, bicicleta, pilates, etc.

Tratamiento nutricional

El tratamiento conservador también incluye la realización de un tratamiento nutricional personalizado y adecuado para las mujeres con lipedema. A continuación describimos algunas dietas comunes para tratar el lipedema.

Te recordamos que próximamente tendremos nuestra formación presencial en Valencia sobre Dietoterapia aplicada a pacientes con lipedema, impartido por Paula Avellaneda en nuestro Ciclo de Cursos Cortos de Especialidad.

Dietas comunes para tratar lipedema: RAD, antiinflamatoria y cetogénica

Podemos encontrar algunos tipos de dieta para el lipedema que tienen evidencia o con las que se han encontrado beneficios:

Dieta RAD (Rare Adipose Disorders)

Esta dieta fue propuesta por la Dra. Keren Lois Herbst, recomendándola en diversas patologías relacionadas con el almacenamiento de grasa corporal, como en este caso el lipedema.

Consiste en:

  • aumentar el consumo de verduras, hortalizas, frutas y frutos secos;
  • tomar alimentos de origen animal ecológicos (excepto carnes rojas o pescados con alto contenido en mercurio);
  • retirar lácteos pasteurizados y priorizar los fermentados o bebidas vegetales no azucaradas ni edulcoradas;
  • retirar alimentos ultraprocesados o que contengan hidratos de carbono simples o con alto índice glucémico, y aquellos que contengan gluten o excesivo contenido de sal;
  • aumentar el consumo de alimentos ricos en omega 3;
  • evitar el consumo de alcohol, cafeína y edulcorantes; y
  • reducir alimentos ricos en grasas de mala calidad (conservando el aguacate, aceite de oliva virgen extra, coco, olivas, semillas y frutos secos); entre otros.

Dieta antiinflamatoria

No es una dieta como tal, sino una adaptación de una alimentación saludable general, teniendo en cuenta que las pacientes suelen sufrir inflamación de bajo grado en las extremidades afectadas por el lipedema.

Por lo que en este tipo de alimentación se promueve el consumo de alimentos con propiedades antiinflamatorias o antioxidantes (como aumentar el consumo de verduras, hortalizas, frutas, alimentos ricos en omega 3, alimentos fermentados, condimentos como la cúrcuma, el jengibre, el ajo, el tomillo…); y evitar alimentos que puedan ser proinflamatorios (los alimentos desaconsejados son los ultraprocesados, cereales o aceites refinados, bebidas alcohólicas, refrescos, fiambres o embutidos, etc.).

Dieta Cetogénica o keto

Consiste en una reducción drástica de los alimentos ricos en hidratos de carbono (menos de 40-50g de hidratos de carbono al día, dependiendo de la adaptación de cada persona) con el objetivo de gastar las reservas de glucógeno y por tanto que el cuerpo obtenga su energía a través de la grasa, creando cuerpos cetónicos.

Por ello, en esta dieta se retiran bebidas alcohólicas o refrescos/zumos, cereales, tubérculos, legumbres, algunos tipos de fruta e incluso algunas hortalizas. Por lo contrario, la dieta se caracteriza por su alto contenido en alimentos ricos en grasa y proteína.

Al llevar esta dieta, es importante tener en cuenta algunas consideraciones, como el mantenerse bien hidratado para evitar la deshidratación; procurar el consumo de suficiente sodio, magnesio, potasio y vitamina C, entre otros; valorar la suplementación con fibra no fermentable (ya que suele encontrarse justamente en alimentos ricos en hidratos de carbono), etc.

Tratamiento pre-quirúrgico

De manera previa a la intervención quirúrgica del lipedema, se recomienda a las mujeres que lleven a cabo el tratamiento conservador anteriormente mencionado durante unos 6-8 meses.

En casos concretos o muy avanzados (lipedema de grado 3), puede realizarse la cirugía sin este paso previo o durante un menor periodo de tiempo, por la inmediatez de reducir los signos y síntomas cuanto antes.

Como tratamiento dietético pre-quirúrgico, el objetivo es ayudar a reducir la inflamación de bajo grado ocasionada por el lipedema, y que las pacientes consigan perder el máximo porcentaje de grasa posible mediante el ejercicio físico adaptado y llevando a cabo alguna de las dietas comentadas previamente, aunque en este caso si que se puede priorizar la dieta cetogénica o keto, siempre que se considere adecuado y sin riesgo para la paciente.

Por último, debido a la gran cantidad de sangre que suelen perder las mujeres sometidas a esta intervención quirúrgica, se les recomienda la siguiente suplementación durante al menos el mes anterior a la cirugía:

  • Hierro: 25-30mg/día
  • Ácido fólico/folato: 4-5mg/día
  • Se pueden utilizar también suplementos con concentraciones elevadas de algunas especias con poder antiinflamatorio, como por ejemplo de cúrcuma + pimienta negra (para potenciar el poder antiinflamatorio de la curcumina), y/o de jengibre.

Artículo de Paula Avellaneda, dietista-nutricionista del equipo Aleris; con especialización y formación específica en pacientes con lipedema, nutrición clínica renal, obesidad severa y cirugía bariátrica.

Lipedema: diagnóstico y tratamiento nutricional en consulta

Lipedema: diagnóstico y tratamiento nutricional en consulta

El lipedema es una enfermedad que afecta casi exclusivamente a las mujeres, y se caracteriza por un acúmulo de grasa patológica principalmente en las piernas y los brazos.

Los principales síntomas pueden incluir hinchazón, dolor y sensibilidad en las piernas y los brazos, así como dificultad para moverse.

El tratamiento puede incluir ejercicio, masaje y medicamentos, pero puede ser difícil de tratar y a veces puede requerir cirugía. 

Te recordamos que próximamente tendremos nuestra formación presencial en Valencia sobre Dietoterapia aplicada a pacientes con lipedema, impartido por Paula Avellaneda en nuestro Ciclo de Cursos Cortos de Especialidad.

¿Dónde suele aparecer el lipedema?

El lipedema aparece mayoritariamente en miembros inferiores, pero también puede darse en miembros superiores, sin afectación de pies y manos. Suele ser bilateral y simétrico, aunque la inflamación puede afectar más a una de las extremidades.

Diferencias entre lipedema y celulitis

Es común que algunas pacientes confundan o no encuentren diferencias entre el lipedema y la celulitis, ya que ambas ocurren casi exclusivamente en mujeres, aparecen en miembros inferiores de manera bilateral y simétrica, y suelen causar dolor y/o hematomas en los mismos. 

Sin embargo, existen varias diferencias:

  • El lipedema tiene cierta predisposición genética, mientras que la celulitis no aumenta con antecedentes familiares.
  • En el caso del lipedema la piel suele estar clara, elástica y blanda, y sin embargo con la celulitis aparece la llamada “piel de naranja”. 
  • Lo más importante para su diferenciación es que en el lipedema se produce un acúmulo excesivo del tejido graso en los miembros inferiores, con una distribución grasa por encima del tobillo o los maléolos sin afectar al pie (signo del anillo o surco adiposo), característica que no se observa en el caso de la celulitis.

¿Qué síntomas permiten identificar el lipedema y diagnosticarlo?

En aproximadamente el 70% de los casos, uno de los principales síntomas que notan las mujeres es el dolor o hipersensibilidad a la palpitación o tacto donde se encuentra el lipedema.

También es muy común presentar nódulos tisulares palpables, equimosis o hematomas espontáneos (aunque no haya habido un golpe fuerte en la zona), menor elasticidad de la piel, sensibilidad aumentada al frío, o pesadez de los miembros inferiores.

Y no hay que olvidar la afectación psicológica que sufren algunas mujeres que padecen lipedema, como la depresión, ansiedad, alteración de la imagen corporal… sumado a la frustración y sentimiento de culpa de algunas mujeres al ver que no consiguen eliminar el exceso de grasa del lipedema a pesar de realizar algunas dietas o aumentar el ejercicio físico, llegando a pensar que el acúmulo de grasa en las extremidades es por su culpa.

Su diagnóstico lo debe realizar un médico vascular con conocimientos y experiencia en el lipedema, basándose en la historia clínica de la paciente y en un examen físico.

Causas que provocan la formación del lipedema

Aunque aún hay muchas incógnitas de cuáles pueden ser las causas de la formación del lipedema en mujeres, si que se sabe que tiene gran dependencia estrogénica y por ese motivo es común que aparezca a partir de la pubertad.

En otros casos, se ha detectado que aparece tras un uso prolongado de anticonceptivos orales, tras un embarazo o con la menopausia.

Por otro lado, también existe cierta evidencia de que pueda existir una predisposición genética con afectación familiar en el 15-64% de las pacientes. Incluso se sospecha que en algunos casos pueda estar relacionada cierta disfunción vascular y linfática de manera previa a la aparición del lipedema.

Por lo que vemos, su aparición puede ser por causas multifactoriales, y hace falta mucha investigación para conocerlo con más detalles.

Una vez la paciente ya tiene esta predisposición a la formación del lipedema, existen algunos factores agravantes de la enfermedad, como por ejemplo tener alguna enfermedad venosa crónica, presentar sobrepeso u obesidad, tener un estilo de vida sedentario o encontrarse en bipedestación prolongada a largo plazo, realizar dietas ricas en azúcares refinados, grasas hidrogenadas o ricas en alimentos ultraprocesados, encontrarse en estaciones o ambientes en los que prime un excesivo calor, etc.

¿Qué tipos de tratamiento existen para el lipedema?

Con el objetivo de mejorar los signos y síntomas asociados al lipedema, se recomienda el llamado “tratamiento conservador”, que consiste en diferentes estrategias a tener en cuenta en mujeres con lipedema, entre las que se incluye terapia compresiva, drenaje linfático, mesoterapia, ejercicio físico de bajo impacto, y tratamiento nutricional personalizado y específico para el lipedema.

Por otro lado, tenemos el tratamiento quirúrgico, que hasta el momento es la única opción definitiva para el tratamiento del lipedema que consigue la reducción del compartimento graso.

Con él, vamos disminuyendo el dolor, los hematomas espontáneos, la sensibilidad a la presión, mejorando la movilidad, reduciendo el edema en caso de presentarse, y también reducimos la circunferencia y volumen de las extremidades afectadas.

Sin embargo, también es importante tener en cuenta que no todas las mujeres experimentan estas mejoras tras la intervención quirúrgica, y en muchos casos no está indicada.

Es importante la valoración previa por un especialista, que descarte ciertas comorbilidades que incrementen el riesgo anestésico y de la propia operación.

Dietas comunes para tratar lipedema

Lo primero que debemos tener en cuenta es que ninguna dieta va a “curar” el lipedema, ya que se trata de una enfermedad crónica en la que se produce una distribución patológica de la grasa, como comentábamos, y además no ha sido producida por la alimentación o el estilo de vida de las mujeres que lo padecen.

Lo que sí podemos conseguir con la alimentación es mejorar o disminuir los signos y síntomas asociados (dolor, sensibilidad, inflamación, etc.), y por tanto mejorar la calidad de vida de las pacientes, además de prevenir la progresión a estadios más graves de la enfermedad.

Por otro lado, puede ayudar a reducir el exceso de grasa en caso de que las pacientes también padezcan sobrepeso u obesidad, o puede ayudar a prevenirlo.

Teniendo esto en cuenta, podemos encontrar algunos tipos de dieta para el lipedema que tienen evidencia o con las que se han encontrado beneficios, como la dieta RAD (Rare Adipose Disorders), alimentación antiinflamatoria, dieta Cetogénica o keto, entre otras.

Es importante que el seguimiento de estas dietas se lleven a cabo por una nutricionista que conozca el lipedema y con experiencia en el tratamiento nutricional de mujeres con lipedema.

Artículo de Paula Avellaneda, dietista-nutricionista del equipo Aleris; con especialización y formación específica en pacientes con lipedema, nutrición clínica renal, obesidad severa y cirugía bariátrica.

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